Me cuesta respirar... no sé aun como te dejaré ir, aunque sé muy bien que ya no
estás aquí... sé también que nunca volveré a ti.
Mi corazón siempre ha estado
roto, mi alma siempre ha estado vacía, lo único que he hecho bien ha sido
quererte, amarte, adorarte... lo único de lo que ahora me arrepiento es de
extrañarte tanto que me cuesta pensar con claridad.
No sé que pasará contigo de
ahora en adelante, no sé si pensarás en mi... o sólo te dedicaras a odiarme.
Pero, tu lo sabes... nunca fue suficiente mi amor por ti, nunca fue suficiente
el tiempo que te dediqué, nada nunca fue suficiente. Y te sigo extrañando aunque
intente odiarte... te sigo amando aunque intente olvidarte.
Mi corazón te conoce
demasiado bien, y sé que el tiempo no bastará para borrar las huellas que
dejaste en mi. Seguirán pasando los días y todo seguirá siendo igual, porque
este corazón nunca entenderá porque llegaste a mi vida para dejarte ir así.
Lo
siento... no te pude decir adiós. Prefiero ser una cobarde que recibir tu
crueldad que lastimará aun más a este corazón dañado.
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