Y por fin, ella se dio cuenta que si lo extrañaba, dejo a un lado su orgullo, se puso lo más guapa que pudo; se puso esos zapatos que a él le encantaban, tomó su bolsa... Y lo fue a buscar a su casa...
Todo el camino fue memorizando con una sonrisa en su cara, tan bella ella. Los nervios se le notaban hasta al caminar, pero ella iba decidida a reconquistarlo, iba decidida a todo.
Como es que la vida puede cambiar en un instante, sí, él ya estaba con alguien más, con una nueva persona. Ya no era a ella a quien besaba, a quien abrazaba, a quien tomaba de su mano. Ahora era a otra persona, otra persona que si lo valora, que si le demuestra su amor. Fue tanto el dolor qué, cuando vio que estaban ahí juntos, fuera de su casa de él, ella corrió, corrió, corrió sin parar, sin mirar atrás, con sus lagrimas y su corazón roto, por que él ya no estaba más...
Todo el camino fue memorizando con una sonrisa en su cara, tan bella ella. Los nervios se le notaban hasta al caminar, pero ella iba decidida a reconquistarlo, iba decidida a todo.
Como es que la vida puede cambiar en un instante, sí, él ya estaba con alguien más, con una nueva persona. Ya no era a ella a quien besaba, a quien abrazaba, a quien tomaba de su mano. Ahora era a otra persona, otra persona que si lo valora, que si le demuestra su amor. Fue tanto el dolor qué, cuando vio que estaban ahí juntos, fuera de su casa de él, ella corrió, corrió, corrió sin parar, sin mirar atrás, con sus lagrimas y su corazón roto, por que él ya no estaba más...
(Por Karen Trejo)
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