Lo más lindo de él, era que te hacia sentir como una princesa. Pero no cualquiera con una tiara, y un vestido elegante y extravagante. No. Esto era diferente. Sus ojos oscuros y profundos como el bosque, te lo hacían entender. Su sonrisa, te lo recordaba. Y su boca, te robaba el titulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario